LETRA:Carlos Alberto Fonseca
Música:Enrique Fava Ninci
Hoy de pie en el umbral del futuro
se alza el grito de la juventud.
Adelante la patria nos llama
¡Antes,antes que todo el Perú!
Levantemos la insignia peruana
más arriba que la Cruz del Sur
y su estela será en nuestros cielos
un camino de gloria y luz.
Una voz que es la voz de la patria
nos señala un destino común.
Nuestro lema es un grito del alma
¡Antes,antes que todo el Perú!
LEMA PREMILITAR:
"ANTES,QUE TODO EL PERÚ"
miércoles, 6 de octubre de 2010
miércoles, 15 de septiembre de 2010
DONES DE LA ELOCUENCIA
El bohemio de la antigua calleja.
Durante el sedioso inicio de la revolución francesa , es una ocasión, una turba de ciudadanos amotinados frente al ayuntamiento exigían a gritos la cabeza de un funcionario, que al parecer no les era de su simpatía, acusado presuntamente de corrupto.
Lafayette, virtuoso en la elocuencia, cansado de oír los gritos destemplados del populacho, les gritó respondiéndoles desde una de las ventanas de su casa de villa:
_¡Si supiera en dónde está ese cuya cabeza piden, no lo entregaría!
_¡Lafayette traidor!-vociferó la turba-.
¡La cabeza de lafayette!
El revolucionario bajó indignado y desde la escalinata de la villa, lanzó esta breve exhibición de su contundente elocuencia:
_¿Quién pide mi cabeza?yo no les entregaré la de otro hombre;pero la mía me pertenece y se las ofresco.
¿Quién me la quiere cortar?
Y el pueblo, luego de un silencio, contestó con similar euforia:
_¡viva Lafayette!¡lafayette es un hombre valiente!¿vivan los valientes!
La manifestación cesó y el motín se desvaneció como por encanto.Entre sus virtudes y defectos Lafayette, gracias a su elocuencia, salvó así la vida de un funcionario que no había sido procesado.
Durante el sedioso inicio de la revolución francesa , es una ocasión, una turba de ciudadanos amotinados frente al ayuntamiento exigían a gritos la cabeza de un funcionario, que al parecer no les era de su simpatía, acusado presuntamente de corrupto.
Lafayette, virtuoso en la elocuencia, cansado de oír los gritos destemplados del populacho, les gritó respondiéndoles desde una de las ventanas de su casa de villa:
_¡Si supiera en dónde está ese cuya cabeza piden, no lo entregaría!
_¡Lafayette traidor!-vociferó la turba-.
¡La cabeza de lafayette!
El revolucionario bajó indignado y desde la escalinata de la villa, lanzó esta breve exhibición de su contundente elocuencia:
_¿Quién pide mi cabeza?yo no les entregaré la de otro hombre;pero la mía me pertenece y se las ofresco.
¿Quién me la quiere cortar?
Y el pueblo, luego de un silencio, contestó con similar euforia:
_¡viva Lafayette!¡lafayette es un hombre valiente!¿vivan los valientes!
La manifestación cesó y el motín se desvaneció como por encanto.Entre sus virtudes y defectos Lafayette, gracias a su elocuencia, salvó así la vida de un funcionario que no había sido procesado.
miércoles, 18 de agosto de 2010
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